dijous, 29 de març del 2018

Actividades para practicar la escritura V

Continuando con los ejercicios para practicar la escritura, os publico aquí los dos grupos de palabras que hemos estado trabajando en el taller. Podéis realizar un escrito, del tipo microrrelato o relato breve, si queréis. Os recomiendo coger solo tres palabras como mucho si lo que vais a escribir es un microrrelato, para que no quede demasiado cargado con palabras de este tipo, tan elaboradas. Ahora bien, si os resulta sencillo, y os gusta, y queréis poner más palabras de la lista, o listas, entonces ¡adelante!

La extensión de los dos tipos de escritos que os he recomendado es la siguiente:

  • para microrrelato, por norma general, entre cinco y doscientas palabras;
  • para relato breve: mínimo 600 palabras, que es aproximadamente una página y media (tamaño folio). Máximo 1000 palabras, que son más o menos dos páginas y media; 750 palabras son aproximadamente dos páginas.
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Primer grupo de palabras

Inmarcesible, elocuencia, inefable, etéreo, melifluo.


Inmarcesible
Del lat. immarcescibĭlis.
1. adj. Que no se puede marchitar.

Elocuencia
Del lat. eloquentia.
1. f. Facultad de hablar o escribir de modo eficaz para deleitar, conmover o 
persuadir.
2. f. Eficacia para persuadir o conmover que tienen las palabras, los gestos o 
ademanes y cualquier otra acción o cosa capaz de dar a entender algo con viveza.
La elocuencia de los  hechos, de las cifras.

Inefable 
Del lat. ineffabĭlis 'indecible'.
1. adj. Que no se puede explicar con palabras.

Etéreo, a
Del lat. aetherĭus, y este del gr. αἰθέριος aithérios.
1. adj. Perteneciente o relativo al éter.
2. adj. poét. Perteneciente o relativo al cielo.
3. adj. poét. Vago, sutil, vaporoso.

Melifluo, flua
Del lat. mellifluus 'que destila miel'.
1. adj. Que tiene miel o es parecido a ella en sus propiedades.
2. adj. Dulce, suave, delicado y tierno en el trato o en la manera de hablar (usado más  en sentido peyorativo)

Fuente: diccionario de la RAE. 

Segundo grupo de palabras

Iridiscencia, serendipia, efímero, epifanía, luminiscencia, arrebol. 

Estas, las buscáis vosotras en el diccionario. 

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Continuant amb els exercicis per a practicar l'escriptura, vos publique ací els dos grups de paraules que hem estat treballant en el taller. Podeu fer un escrit, tipus microrrelat o relat breu, si voleu. Vos recomane agafar tres paraules com a molt si el que aneu a escriure és un microrrelat, per a que no quede massa carregat amb paraules d'aquest tipus, tan elaborades. Ara bé, si vos resulta sencill, i vos agrada, i voleu posar-ne més, aleshores endavant!
L'extensió dels dos tipus d'escrits que vos he recomanat és la següent:

  • per a microrrelat: com a norma, entre 5 i 200 paraules;
  • per a relat breu: mínim 600 paraules, que és aproximadament una página i mitja (un full). Màxim 1000 paraules, que són més o menys dues págines i mitja; 750 paraules són aproximadament dues pàgines.

Primer grup de paraules

Immarcescible, eloqüència, inefable, eteri, mel·liflu. 


Segon grup de paraules

Iridiscència, serendipitat, efímer, epifania, luminiscència, vermellor.

dijous, 8 de març del 2018

NOSOTRAS, la sombra del 27

Para celebrar el Día Internacional de la Mujer este relato de Concha Estellés Pascual.



NOSOTRAS, la sombra del 27 


A esa hora imprecisa en la que el día se confunde con la noche, solitaria como un fantasma, repasa Eduarda las páginas escritas. Satisfecha, por fin, aspira el aire limpio y húmedo del anochecer, un silencio denso invade la estancia. Tras el cristal de los ventanales observa la fina lluvia que bajo la farola de la calle se ve caer. 

Cree percibir el aroma a tierra mojada que anuncia el principio del otoño.
Absorta en su trabajo continúa pasando notas y apuntes de las amarillentas hojas repletas de garabatos, de una pequeña libreta que siempre lleva consigo.
Tiene por costumbre sentarse en un banco de la Alameda y, desde allí, observar con disimulo a las niñeras en sus paseos matutinos y los soldados intentando entablar conversación con ellas; a los niños jugando a la peonza y las niñas con sus muñecas de porcelana.
Pobres niñas ricas, destinadas a tener unas vidas vacías y sumisas,¡se lamenta al verlas! Con un suspiro cierra la sombrilla, saca su libreta cerciorándose de no ser observada y con disimulo toma notas breves, concisas, simples esbozos que le permitan más tarde, en la soledad de su habitación,crear sus historias.
Muchas de ellas no serán las historias que quiere escribir y tampoco llevarán su nombre. ¡Está mal visto!, tendrá que usar el de Adebel, seudónimo bajo el que esconderá su identidad. De otro modo, La Díscola jamás será conocida.
El monótono ruido del teclado de la Remington, vuelve a resonar en el silencio de las cuatro pareces vacías. A penas una mesa con su silla enfrentada a la pared, lejos de los visillos que cubren la ventana, para así no ser vista mientras escribe. Junto a la máquina de escribir, que durante horas resuena sin pausa, un candil con luz cálida que acoja a sus personajes, algunos de ellos con su voz propia le susurran al oído, indicándole el camino que quieren seguir, otros más dóciles le dejan hacer y ella es la que les dirige a su antojo, formando parte poco a poco de esos escenarios que imagina. 
Las horas pasan rápidas envueltas en el monótono sonido del teclado, el cielo grisáceo no deja filtrar el sol del amanecer. Satisfecha al fin aspira el aire limpio y húmedo.
En la palancana de porcelana lava sus manos, cuello y cara, lleva las mismas ropas del día anterior, ¡no importa!, su aspecto serio, recatado y elegante sigue siendo el mismo. 
Sacude su falda ahuecando la enagua, recoloca las orquídeas de su moño y frente al espejo se encasqueta el sombrero. 
Con su texto, La Díscola, en el interior del bolso de mano, sonríe satisfecha al contemplar su imagen, recordando el apodo que reciben las mujeres como ella.
«Las sin sombrero», por aquel acto de rebeldía y atrevimiento al quitarse el sombrero frente a la Puerta del Sol.
Ha sido una época convulsa en la que se han tenido que enfrentar a adversas circunstancias. Nada nuevo en realidad para estas mujeres luchadoras siempre en armas contra un mundo, en un tiempo en el que con delicadeza son ignoradas, sin embargo ellas están decididas a abrir nuevos horizontes.
En su pensamiento todas esas mujeres ilustres sin nombre, invisibles compañeras, arrojadas al desaliento en la lucha por un espacio en el mundo de hombres.
Antes de salir a la calle aspira profundamente una, dos e incluso por tres veces consecutivas, se ajusta el corpiño y con paso firme y rígido cierra la puerta tras de sí, adentrándose en el difícil camino que, orgullosa, se decide a recorrer.

Concha Estellés Pascual

Imagen extraída de aquí